El liderazgo directivo escolar hoy
Hace dos años, el destacado académico José Weinstein presentaba en nuestra ciudad el libro ¿Qué sabemos sobre los directores de escuela en Chile?, y daba cuenta de los principales resultados de las investigaciones en este tema a nivel nacional, a saber:
- Que los directores de escuela en Chile son de edad avanzada (sobre 50 años en promedio) y mayoritariamente mujeres, con fuerte dedicación a su tarea directiva y alta satisfacción frente a su trabajo.
- Que los directores de escuela y liceos han tenido prolongados períodos formativos, pero que no han contado con orientaciones claras hacia las competencias necesarias para el ejercicio de la función directiva. La oferta de programas de capacitación no cuenta actualmente con una regulación suficiente en cuanto a su calidad.
- Que los directores están presionados por alcanzar resultados medibles por parte de los sostenedores, no recibiendo para ello el necesario apoyo técnico pedagógico.
- Que los directores pueden influir significativamente en los resultados de aprendizaje, ejerciendo una gestión “sutil” esto es, a través de una influencia sobre los profesores, quienes a su vez son claves en la motivación y aprendizaje directo de los alumnos. Es clave que el director genere un clima con foco en lo académico, con estándares y expectativas altas de aprendizaje, compartidas con los profesores.
- Que las políticas educacionales que empoderan a los directores escolares, son de reciente data, pues existe una larga historia donde el rol de los directores ha sido principalmente administrativo y secundario. Hoy, esa característica ha ido cambiando, asumiendo los directores el liderazgo pedagógico en forma cada vez más activa.
- Y que hoy se sabe que no hay investigación suficiente sobre los directores escolares en Chile, por tanto es una tarea pendiente en la agenda de investigación educacional, principalmente por la implementación de una política hacia estos actores, que podría significar una real mejora en la calidad de la educación.
Estas afirmaciones basadas en la evidencia de la investigación reciente, nos mueven a reflexionar acerca del nuevo rol que deben cumplir los directores dentro de las comunidades educativas, donde el liderazgo juega un papel clave que afecta a todo el sistema, e incide significativamente en la calidad del aprendizaje de nuestros niños y jóvenes. Pero no cualquier liderazgo… debe ser uno que transforme estructuras, delegue funciones, confíe en las personas y genere un clima de confianza.
Ese estilo de liderazgo transformacional y distribuido es el que necesitamos en nuestras escuelas y liceos, donde no solo los conocimientos del director son puestos a prueba, sino también sus competencias blandas de empatía, simpatía y mirada estratégica de los procesos.
Paula Luna Ramírez