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La importancia de la autorregulación

Publicado el 05/07/22

Entre estímulo y respuesta hay un espacio. En este espacio está nuestro poder para elegir una respuesta y de esta respuesta depende nuestro crecimiento y libertad” -Viktor Frankl.

 

No es nuevo que nos encontramos en una sociedad hiperconectada en que tenemos diversos elementos externos, situaciones estresantes o que nos generan ansiedad a las que diariamente tenemos que dar respuesta inmediata las que, muchas veces, de manera inconsciente respondemos sin que sea la forma más adecuada. Esta situación la viven adultos, adolescentes y también los niños. Cada uno de nosotros, según nuestras edades, experiencias y herramientas de vida tenemos diversas formas de autorregularnos, lo importante es saber que la autorregulación se aprende y podemos enseñarla.

La autorregulación es la capacidad de autocontrol, a nivel emocional y de conducta. Se desarrolla gradualmente en la medida en que se identifican las emociones (alegría, miedo, frustración, entre otras) a la vez que aprendemos las palabras para expresar lo que sentimos; a pensar antes de actuar y a comprender las consecuencias de los actos. Por lo tanto, la autorregulación es una herramienta muy necesaria a la hora de enfrentarse con el mundo. Un manejo optimo nos permitiría estar conscientes de aquello que nos sucede y cómo queremos que nos suceda. Cuando estamos tranquilos podemos dar soluciones que, quizás, bajo presión no seríamos capaces de ver.

Según explica Matthew Rouse, psicólogo clínico del Child Mind Institute de España, “la clave para aprender habilidades de autorregulación, no es evitar situaciones que son difíciles de manejar, sino entrenar a los niños a través de ellas y proporcionar un marco de apoyo – los médicos lo llaman “andamiaje” el comportamiento que desea fomentar – hasta que puedan manejar estos desafíos por su cuenta”. Lo mismo que con los adultos, la autorregulación emocional nos enseña a ser más reflexivos y analíticos y, por ende, las probabilidades de que tomemos la decisión correcta, es mayor.

Amanda Morin, autora internacional de diversos libros que abarcan estos temas, entrega 6 técnicas que pueden ayudar en la autorregulación de los niños y adultos, estas son:

1.- Respiración de la abeja: el objetivo es calmar la mente concentrándose en la respiración y/o sonidos.

2.- Método 5-4-3-2-1 para enfocarse: técnica de conciencia plena que ayuda a enfocarse más en lo que está sucediendo alrededor y menos en los pensamientos ansiosos que puedas tener.

3.- Repetir una afirmación: una afirmación es una declaración de empoderamiento que se puede repetir en momentos de estrés, por ejemplo: “lo haré lo mejor que pueda”.

4.- Caminar al aire libre: el ejercicio aumenta la circulación sanguínea del cerebro, lo cual ayuda a despejar la mente.

5.- Balancearse o mecerse: ayuda a calmar el sistema nervioso.

6.- Expresar emociones con palabras o a través del arte: escribir un diario, dibujar o incluso hablar contigo en voz alta puede ayudar a la autorregulación. Ver o escuchar lo que sucede en tu mente puede ayudarte a tomar distancia de lo que te preocupa, a separar los hechos de las emociones y a reflexionar en cómo manejar un problema.

Los detalles de cómo ejecutar estas 6 técnicas, los encuentras en: understood.org

 

Conocer estrategias y técnicas para autorregularse, aplicarlas en uno y con nuestro entono; las afirmaciones positivas y abrirse al cambio de perspectivas frente a algunos escenarios o hacer un ensayo mental de la situación favorece a que nos hagamos consciente de lo que nos pasa y nos posibilitará para enfocar la atención para entregar mejores respuestas.