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Semana Santa

Publicado el 25/03/24

La Resurrección de Jesús de entre los muertos es la verdad fundamental de la fe católica, pues es el cumplimiento de la promesa que Él mismo hizo a sus discípulos. Cristo ha resucitado de los muertos, con su muerte ha vencido a la muerte y a los muertos ha dado la vida. Esta certeza fue afirmada, creída y vivida por la primera comunidad cristiana como la certeza central de su fe, ha sido transmitida por la Tradición de la Iglesia y hasta hoy es anunciada como parte esencial del Misterio Pascual, junto con su muerte en la Cruz.

Por esta razón, la Semana Santa es un tiempo que nos permite acercarnos a Dios y, también, un tiempo para estar en familia, para conocer el significado de las tradiciones propias de este tiempo y celebrar la fe que hemos recibido.

A continuación, les dejamos algunas ideas para preparar nuestro espíritu para esta celebración.

 

 DOMINGO DE RAMOS

 El Domingo de Ramos inicia la Semana Santa. Celebramos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.

Jesús montado en un burro entra a Jerusalén para celebrar la Pascua y es aclamado por una multitud. Esas aclamaciones, gritos y cantos, son muy importantes pues nos recuerdan las profecías que hablan de un Mesías Rey que vendrá con sencillez y que proclamará palabras de paz.

En cada Domingo de Ramos recordamos su entrada triunfal, lo aclamamos y lo reconocemos como nuestro único Señor. Unido a eso, lo aclamamos sabiendo que su camino es el camino de la Cruz.

El elemento más significativo es la bendición y procesión con los ramos, que se realiza al principio de la Misa.

Atrevámonos a seguir con alegría a Jesús.

 

JUEVES SANTO

 Al anochecer del Jueves Santo nos reunimos para celebrar la Misa de la Cena del Señor, que conmemora la última cena de Jesús con sus discípulos. Este es el último encuentro entre ellos antes de su pasión y muerte.

Durante la cena, Jesús se levanta y realiza un gesto sorprendente: siendo el maestro lava los pies a sus discípulos. Con esto nos enseña cómo debemos vivir: pongamos nuestra vida al servicio de los demás.

Posteriormente, toma el pan y el vino y se lo da diciéndoles que aquel alimento es su Cuerpo y su Sangre, verdadera comida y bebida. Se instituye entonces la Eucaristía, sacramento de la presencia real de Jesús entre nosotros.

Con la Misa de la Cena del Señor comienza el Triduo Pascual.

Al finalizar la Misa, se traslada el Santísimo Sacramento al “Monumento”, lugar donde se guardarán las hostias consagradas hasta el Viernes Santo.

 

VIERNES SANTO

 Este día es un día de luto pues recordamos la muerte en la cruz por cada uno de nosotros.

Jesús ha sido detenido en la noche, en el huerto de Getsemaní, y ha sido conducido ante los tribunales judíos. Le acusan de blasfemo, de pretender habla en nombre de Dios, saltándose las autoridades y las leyes religiosas de Israel.

Luego, será llevado a los tribunales romanos y será condenado a muerte.

En el Viernes Santo acompañamos a Jesús en su dolor, en su agonía y su muerte por amor.

Es el único día del año en que no se celebra la Misa. La celebración central es el Oficio de la Pasión del Señor, en la que se vive la adoración de la Cruz como elemento central.

El viernes Santo es un día de abstinencia, oración y recogimiento.

Por la tarde, en muchos lugares se reza el Vía Crucis. Son 14 estaciones que representan las escenas del camino de Jesús hacia su crucifixión. Nos paramos ante cada cruz. Delante de cada estación, reflexionamos sobre lo que vivió Jesucristo, durante su camino a la Cruz.

 

SÁBADO SANTO

 Este es un día de luto, pues se trata de un día de silencio y oración en la espera de la Resurrección del Señor.

En la noche del Sábado Santo se celebra la Resurrección de Jesús en la Vigilia Pascual, en la que se canta el gran Pregón que anuncia que el Señor ha vencido a la muerte.

 

DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN

 Este Domingo es el día más grande del año, la fiesta más importante para todos los cristianos. Celebramos la Resurrección de Jesucristo, con la que todo se renueva. En este día celebramos que Jesús ha vencido para siempre sobre el mal, el pecado y la muerte. En efecto, celebramos que la vida eterna se ha abierto para nosotros.

Con el Domingo de Resurrección empieza el tiempo de Pascua: cincuenta días que concluyen con el Domingo de Pentecostés. Es un tiempo de alegría y de gozo, porque Jesús ha resucitado.

Durante este tiempo se canta el Regina Coeli, alabanza a la Virgen María, que nos permite unirnos con su alegría de madre por la resurrección de su Hijo Jesucristo.

Texto reflexión