Desafíos de la virtualidad
En el contexto virtual al cual nos hemos visto enfrentados en el ámbito de la educación, en donde cada uno de los hogares se ha transformado en una gran aula para el aprendizaje, sin duda es y ha sido uno de los grandes desafíos para todos los integrantes de la comunidad escolar. Nadie ha quedado ajeno y cada uno de nosotros ha entregado lo mejor de sí para adaptarnos y tener los mejores resultados en estos tiempos de cambios.
Sin embargo, un nuevo desafío que se plantea es el generar cercanía a pesar de la virtualidad, entre estudiantes, sus pares y profesores, y una de las recomendaciones es que el mantener la cámara encendida durante las clases, puede ayudar a este fin.
Es importante para el profesor ver a sus estudiantes, observar a través de sus rostros si comprenden una indicación, si requieren apoyo, si hay frustración, si están trabajando, etc. La riqueza de esta relación, que se da en las salas de clases y que es irreemplazable, es posible, en parte, sustituirla si el estudiante mantiene la cámara encendida.
La empatía puede expresarse en esta acción, pues si nos ponemos en el lugar del profesor resulta muy motivante y enriquecedor para su trabajo reencontrase en cada clase con sus estudiantes esto, sin duda, fortalece y enriquece la instancia educativa; es también importante la relación del estudiante con sus pares y sentirse acompañado por sus compañeros.
En el caso particular de nuestros colegios, el mantener la cámara encendida no es obligación, existe flexibilidad respondiendo a la realidad de cada uno de nuestros estudiantes y así es indicado en nuestro protocolo de clases online. El tener la cámara encendida enriquece la clase, propicia la participación, es motivante para el docente y genera espacios de aprendizaje virtual que facilitan la labor del profesor.
A más de un año del comienzo de las clases escolares virtuales, nuestros colegios han avanzado en que los estudiantes vayan incorporando las normas y recomendaciones de convivencia virtual para una enseñanza eficaz en este contexto. El respeto y la sana convivencia son claves para esto, el apoyo de los padres y las orientaciones de los docentes resulta fundamental, basándose en un propósito común que es el aprendizaje como un proceso integral, apoyados de nuestros protocolos de clases online y en el de convivencia escolar que regula el accionar en este ámbito.
La realidad de clases virtuales llegó para quedarse, por ello, es importante generar dinámicas de sano acercamiento y de cortesía en las aulas virtuales que den continuidad al proceso educativo y generen cercanía con los participantes. Para ello, el apoyo de los padres es vital.