La vida familiar como contexto educativo – II
(Francisco, Amoris Laetitia, nn.276-277)
La familia es el ámbito de la socialización primaria
Porque es el primer lugar donde se aprende:
- a colocarse frente al otro,
- a escuchar, a compartir, a soportar,
- a respetar, a ayudar, a convivir,
La tarea educativa tiene que despertar el sentimiento del mundo de la sociedad como hogar, para saber ‘habitar’, más allá de los límites de la propia casa. En el contexto familiar:
- se enseña a recuperar la vecindad, el cuidado, el saludo;
- se rompe el primer cerco del mortal egoísmo para reconocer que vivimos junto a otros, con otros,
- que son dignos de nuestra atención, de nuestra amabilidad, de nuestro afecto.
No hay lazo social sin esta primera dimensión cotidiana, casi microscópica:
- el estar juntos en la vecindad,
- cruzándonos en distintos momentos del día,
- preocupándonos por lo que a todos nos afecta,
- socorriéndonos mutuamente en las pequeñas cosas cotidianas.
La familia tiene que inventar todos los días nuevas formas de promover el reconocimiento mutuo.
Cuidar juntos la casa común
La familia es el sujeto protagonista de una ecología integral, porque es el sujeto social primario, que contiene en su seno los dos principios-base de la civilización humana sobre la tierra:
- el principio de comunión
- el principio de fecundidad
Igualmente, los momentos difíciles y duros de la vida familiar pueden ser muy educativos; por ejemplo, cuando llega una enfermedad:
- hace crecer la fuerza de los vínculos familiares;
- hace que los jóvenes no estén ‘anestesiados’ respecto al sufrimiento de los demás,
- los hace capaces de confrontarse con el sufrimiento y vivir la experiencia del límite”.
Para profundizar:
- El libro: La familia: educadora del ser humano, de Mercedes Palet.
- En internet: La familia, primer ámbito del compromiso social.
- Suma Teológica, de santo Tomás de Aquino: II-II, q.114.